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lunes, 27 de abril de 2020

Charles Darwin


Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, Inglaterra, el 12 de febrero de 1809. Fue el quinto hijo de una familia adinerada; estudió Medicina y Teología, y nunca necesitó trabajar. En 1831, el joven Darwin tuvo la oportunidad de enrolarse en el barco HMS Beagle como naturalista sin paga, para emprender una expedición científica alrededor del mundo. En ese viaje, Darwin recogió numerosos datos sobre las plantas y los animales que encontró en todos los sitios donde el Beagle paró. En las islas Galápagos, situadas frente a la costa de Ecuador, en Sudamérica, Darwin observó que cada isla tenía su propia especie de tortuga, de sinsonte y de pinzón. Las especies de cada isla eran un poco distintas a las de las otras. Darwin, entonces, comenzó a preguntarse si podría existir alguna relación entre esas especies tan parecidas.

LA TEORÍA DE LA SELECCIÓN NATURAL

Cuando regresó a Inglaterra, Darwin estudió los datos que había recogido en su viaje y propuso una solución para explicar las observaciones que había hecho. Esta solución se conoce como teoría de la selección natural. En el medio natural, muchas veces ocurre que los alimentos son escasos, y por eso, los recién nacidos y los jóvenes de cada especie animal deben competir por la comida para poder sobrevivir. Darwin pensaba que aquellos animales que estuvieran mejor preparados para la supervivencia crecerían y se reproducirían, teniendo hijos con sus mismas características ventajosas. Con el tiempo, una nueva especie aparecería. En esto consiste la evolución. Darwin también creyó que todas las especies emparentadas descendían de antecesores comunes. En 1859, escribió una obra llamada El origen de las especies por medio de la selección natural. Este libro, del que se ha dicho que “conmocionó al mundo”, se agotó el primer día de su publicación, y se tuvieron que hacer seis ediciones sucesivas.
En aquella época, la mayoría de los científicos pensaba que cada especie había sido creada individualmente y no sufría ningún cambio con el paso del tiempo. Se creía que, a lo largo de la historia de la Tierra, se habían producido diversas catástrofes que habían destruido varias especies animales y vegetales, por lo que estas especies desaparecidas solo existían en forma de fósiles. Por esa razón, muchos científicos no creyeron en la teoría de Darwin, y sus ideas solo empezaron a ser completamente aceptadas muchos años más tarde. Gran número de los ataques que se hicieron a la teoría de Darwin procedía de adversarios religiosos. Esto se debe a que la teoría de la evolución, según la cual los seres vivos habían evolucionado por procesos naturales, negaba la creación divina de los seres humanos y parecía colocarlos al mismo nivel que los animales. Darwin dedicó el resto de su vida a escribir acerca de su teoría. Murió el 19 de abril de 1882.