Son fantasmas funerarios que mantienen vigilando a las personas moribundas. Agazapados esperan el momento que la persona fallezca para adueñarse de su alma.
Para evitar esto, se asegura de tener abierta las puertas de la casa para que el alma pueda huir mientras un hechicero se encarga de murmurar algunas oraciones.
Para evitar esto, se asegura de tener abierta las puertas de la casa para que el alma pueda huir mientras un hechicero se encarga de murmurar algunas oraciones.