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lunes, 27 de abril de 2020

Albert Einstein



Nació en Ulm (Alemania) el 14 de marzo de 1879, y pasó su juventud en Munich, donde su familia poseía un pequeño taller de aparatos eléctricos. Ya desde niño mostró curiosidad por los fenómenos de la naturaleza y una gran capacidad para las Matemáticas.
Cuando tenía 15 años, y después de que el negocio quebrase, su familia se trasladó a Milán (Italia), donde pasó un año sin asistir a la escuela. En 1896 viajó a Suiza, donde terminó los estudios de Secundaria e ingresó en el Instituto Politécnico Nacional de Zurich.
En 1900 se graduó como maestro de Matemáticas y Física, y durante los dos años siguientes trabajó dando clases particulares y como profesor suplente. En 1902 consiguió un trabajo estable como examinador en la Oficina Suiza de Patentes en Berna, donde permaneció cuatro años.
Mientras estaba allí empleado, en su tiempo libre escribió sus primeros artículos, que le hicieron destacar entre la comunidad científica. Esto le llevó a la Universidad de Zurich, donde obtuvo el título de doctor en Física (en 1905) y posteriormente fue nombrado profesor (en 1909). En 1913 fue nombrado director del Instituto de Física Kaiser Guillermo en Berlín.
A partir de 1919, Einstein recibió el reconocimiento internacional y acumuló honores y premios de distintas sociedades científicas, incluido el Nobel de Física en 1921. Sus visitas a países de todo el mundo eran un acontecimiento; le seguían fotógrafos y periodistas.
Durante la I Guerra Mundial, Einstein fue uno de los pocos académicos alemanes que condenaron públicamente la participación de Alemania en el conflicto. Después de la guerra siguió con sus actividades pacifistas y sionistas (en favor de los judíos), por lo que fue blanco de los ataques de distintos grupos alemanes. Sus teorías llegaron a ser ridiculizadas en público, especialmente la de la relatividad.
Cuando Hitler llegó al poder en 1933, Einstein abandonó Alemania y emigró a Estados Unidos, donde ocupó un puesto en el Instituto de Estudios Superiores en Princeton, Nueva Jersey. Siguió con sus actividades en favor del sionismo, pero abandonó su postura pacifista anterior, a la vista de la amenaza que suponía para la humanidad el régimen nazi en Alemania.
En 1939  participó junto con otros físicos en la redacción de una carta dirigida al presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, en la que se pedía la creación de un programa de investigación sobre la energía nuclear. La carta, que solo iba firmada por Einstein, consiguió acelerar la fabricación de la bomba atómica, en la que él no participó ni supo de su finalización. En 1945, cuando ya existía la bomba, volvió a escribir al presidente para intentar disuadirlo de utilizar el arma nuclear.
Después de la guerra, Einstein se convirtió en activista del desarme internacional y de la paz mundial, y siguió contribuyendo a la causa del sionismo, pero rechazó una oferta de los líderes del Estado de Israel para ocupar el cargo de presidente.
Murió el 18 de abril de 1955 en Princeton.

SU TRABAJO CIENTÍFICO

Su contribución más famosa a la ciencia fue la teoría de la relatividad, que describe la relación que existe entre el espacio y el tiempo. Demuestra que, en función de la velocidad que lleve un observador, el tiempo puede transcurrir más despacio o más deprisa, y que el espacio puede “encogerse” o “estirarse”.
Asimismo demuestra que, cuando un cuerpo alcanza una velocidad similar a la de la luz (¡300.000 kilómetros por segundo!), su masa equivale a una gran cantidad de energía, que viene dada por la fórmula E = m·c2, siendo c la velocidad de la luz.
Basándose en la teoría general de la relatividad, Einstein pudo entender las variaciones hasta entonces inexplicables en el movimiento de rotación de los planetas, y logró predecir la inclinación o desviación que sufre la luz de las estrellas al aproximarse a cuerpos como el Sol. La confirmación de este fenómeno durante un eclipse de Sol en 1919 fue toda una noticia y su fama se extendió por todo el mundo.