Alexander Fleming nació en 1881, en
Lochfield, una granja de los alrededores de Darvel, en Escocia. Era el menor de
siete hermanos. A Alexander le gustaba mucho la vida al aire libre y el deporte,
pero su padre murió cuando él era un niño, por lo que, a los trece años, se
trasladó a Londres junto a uno de sus hermanos y un hermanastro.
Al terminar el instituto, consiguió
un trabajo en una compañía naviera. Gracias a una pequeña herencia que recibió,
decidió dejarlo para comenzar sus estudios de Medicina. Estudió en el Hospital
St. Mary de la Universidad de Londres, donde trabajaría gran parte de su vida.
Terminó su carrera con veinticinco años y, a partir de entonces, empezaría a
realizar labores de investigación en este hospital.
Durante la I Guerra Mundial,
investigó en el servicio médico del ejército sobre la forma de curar y evitar
las infecciones de las heridas.
En 1928, trabajando en su
laboratorio del Hospital St. Mary, descubrió la penicilina. Desde ese año
hasta 1948 fue catedrático de Bacteriología.
En 1945 recibió el Premio Nobel
de Fisiología y Medicina, junto con los científicos británicos Howard Walter
Florey y Ernst Boris Chain. El doctor Fleming murió el año 1955.
EL DESCUBRIMIENTO DE LA PENICILINA
Para estudiar algunos
microorganismos, como las bacterias, los científicos cultivan los
gérmenes en unos recipientes redondos (placas) que tienen sustancias en las que
pueden crecer.
En 1928 Alexander Fleming
descubrió, de forma casual, la penicilina. Observó que en una placa donde se
desarrollaba una bacteria que estaba estudiando había crecido accidentalmente un
hongo. Fleming se dio cuenta de que alrededor de este hongo no había
ninguna bacteria. Realizó más experimentos y llegó a la conclusión de que este
hongo producía una sustancia que destruía e impedía el crecimiento de la
bacteria. Fleming llamó a esta sustancia penicilina y, aunque realizó muchos
experimentos, no consiguió obtenerla en forma pura.
Por fin, diez años después, otros
científicos (Howard Walter Florey y Ernst Boris Chain) retomaron
sus investigaciones y encontraron la manera de producir penicilina en grandes
cantidades. Desde entonces, gracias a la penicilina y a todos los compuestos que
después se han obtenido a partir de ella, muchas personas con enfermedades
infecciosas como la tuberculosis o la sífilis han salvado su vida.
¿QUÉ ES LA PENICILINA?
El descubrimiento de la penicilina
supuso una gran revolución en el tratamiento de muchas enfermedades causadas por
microorganismos. Con su hallazgo se inició lo que se llamó ‘la era de los
antibióticos’.
Los antibióticos son sustancias
químicas que pueden ser producidas por un ser vivo o elaboradas de forma
artificial en un laboratorio y que son capaces de destruir o impedir el
crecimiento de microorganismos que producen enfermedades.
La penicilina es un antibiótico
capaz de destruir muchos tipos de gérmenes. Se utiliza para curar enfermedades
infecciosas, por lo que ha salvado muchas vidas.
OTROS ESTUDIOS Y DESCUBRIMIENTOS
Fleming realizó otras muchas
investigaciones. Estudió también la capacidad de algunas sustancias presentes en
la sangre y en otros líquidos de nuestro cuerpo para luchar contra las
infecciones. Así, descubrió la lisozima, una sustancia que impide que se
desarrollen las bacterias y que existe en algunas células de la sangre, en la
saliva, en el moco de la nariz, en las lágrimas, en el sudor y en la leche
materna.