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lunes, 27 de abril de 2020

Alexander Fleming


Alexander Fleming nació en 1881, en Lochfield, una granja de los alrededores de Darvel, en Escocia. Era el menor de siete hermanos. A Alexander le gustaba mucho la vida al aire libre y el deporte, pero su padre murió cuando él era un niño, por lo que, a los trece años, se trasladó a Londres junto a uno de sus hermanos y un hermanastro.
Al terminar el instituto, consiguió un trabajo en una compañía naviera. Gracias a una pequeña herencia que recibió, decidió dejarlo para comenzar sus estudios de Medicina. Estudió en el Hospital St. Mary de la Universidad de Londres, donde trabajaría gran parte de su vida. Terminó su carrera con veinticinco años y, a partir de entonces, empezaría a realizar labores de investigación en este hospital.
Durante la I Guerra Mundial, investigó en el servicio médico del ejército sobre la forma de curar y evitar las infecciones de las heridas.
En 1928, trabajando en su laboratorio del Hospital St. Mary, descubrió la penicilina. Desde ese año hasta 1948 fue catedrático de Bacteriología.
En 1945 recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, junto con los científicos británicos Howard Walter Florey y Ernst Boris Chain. El doctor Fleming murió el año 1955.

EL DESCUBRIMIENTO DE LA PENICILINA

Para estudiar algunos microorganismos, como las bacterias, los científicos cultivan los gérmenes en unos recipientes redondos (placas) que tienen sustancias en las que pueden crecer.
En 1928 Alexander Fleming descubrió, de forma casual, la penicilina. Observó que en una placa donde se desarrollaba una bacteria que estaba estudiando había crecido accidentalmente un hongo. Fleming se dio cuenta de que alrededor de este hongo no había ninguna bacteria. Realizó más experimentos y llegó a la conclusión de que este hongo producía una sustancia que destruía e impedía el crecimiento de la bacteria. Fleming llamó a esta sustancia penicilina y, aunque realizó muchos experimentos, no consiguió obtenerla en forma pura.
Por fin, diez años después, otros científicos (Howard Walter Florey y Ernst Boris Chain) retomaron sus investigaciones y encontraron la manera de producir penicilina en grandes cantidades. Desde entonces, gracias a la penicilina y a todos los compuestos que después se han obtenido a partir de ella, muchas personas con enfermedades infecciosas como la tuberculosis o la sífilis han salvado su vida.

¿QUÉ ES LA PENICILINA?

El descubrimiento de la penicilina supuso una gran revolución en el tratamiento de muchas enfermedades causadas por microorganismos. Con su hallazgo se inició lo que se llamó ‘la era de los antibióticos.
Los antibióticos son sustancias químicas que pueden ser producidas por un ser vivo o elaboradas de forma artificial en un laboratorio y que son capaces de destruir o impedir el crecimiento de microorganismos que producen enfermedades.
La penicilina es un antibiótico capaz de destruir muchos tipos de gérmenes. Se utiliza para curar enfermedades infecciosas, por lo que ha salvado muchas vidas.

OTROS ESTUDIOS Y DESCUBRIMIENTOS

Fleming realizó otras muchas investigaciones. Estudió también la capacidad de algunas sustancias presentes en la sangre y en otros líquidos de nuestro cuerpo para luchar contra las infecciones. Así, descubrió la lisozima, una sustancia que impide que se desarrollen las bacterias y que existe en algunas células de la sangre, en la saliva, en el moco de la nariz, en las lágrimas, en el sudor y en la leche materna.