Nació el 20 de agosto de 1778, en la
ciudad chilena de Chillán. Era hijo del español Ambrosio O'Higgins y de la
criolla Isabel Riquelme. Su padre fue gobernador y capitán general de Chile, y
más tarde, virrey del Perú (1796-1801).
El joven Bernardo estudió en Lima y
luego, en Europa (en Gran Bretaña y en España, concretamente, en la ciudad de
Cádiz). Volvió a Chile en 1802, y dos años después se convirtió en alcalde de su
ciudad natal. En 1811, al año siguiente de iniciarse el proceso de la
independencia chilena, fue elegido diputado del primer Congreso Nacional y
miembro de la Junta de Gobierno.
BERNARDO O'HIGGINS, LIBERTADOR Y JEFE DE ESTADO
En 1813, recibió el mando del
Ejército patriota. Aunque en mayo de 1814 firmó con el español Gabino
Gaínza el Tratado de Lircay, los realistas enviaron a Mariano
Osorio para lograr el completo sometimiento de Chile al dominio hispano. La
batalla de Rancagua (octubre de 1814) supuso la victoria de las tropas
españolas: acababa el periodo de la emancipación chilena, denominado Patria
Vieja, y comenzaba el de Reconquista española.
O'Higgins huyó con la mayoría de sus
seguidores a Mendoza. Allí, se unió al general argentino José de San
Martín en la formación del Ejército de los Andes. En 1817, aquellas
tropas cruzaron la cordillera andina y se enfrentaron a los españoles en la
decisiva batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817). Dos días después
de su gran victoria, San Martín y O'Higgins entraron en Santiago: comenzaba el
periodo de la Patria Nueva chilena. El 16 de febrero de 1817, O’Higgins
fue aclamado director supremo provisional de Chile.
En 1818, las tropas españolas
vencieron en la batalla de Cancha Rayada a las de San Martín y O’Higgins.
Pero ese mismo año, ambos derrotaron a los realistas en Maipú.
Durante el periodo en que O'Higgins
fue director supremo (desde 1817 hasta 1823), se promulgaron las dos primeras
constituciones chilenas: las de 1818 y 1822. El 28 de enero de 1823, tras
haber perdido el apoyo de la aristocracia y de la Iglesia, renunció al
cargo.
Pocos meses después, marchó a la
ciudad peruana de Lima, donde falleció el 24 de octubre de 1842.