Cayo Julio César es el nombre 
completo del general y político romano que, durante el final de la República 
romana, estableció las bases del posterior Imperio de Roma.
Fue también un notable escritor. 
Son famosos sus Comentarios sobre la guerra de las Galias.
PRIMERA PARTE DE SU VIDA
Julio César nació el 12 o el 13 de 
julio del año 100 a.C., en Roma. Pertenecía a la prestigiosa familia 
Julia, y su tío Cayo Mario era el principal representante del partido 
de los populares (durante la República, surgieron en Roma dos grandes 
grupos o ‘partidos’: el de los populares y el de los aristócratas).
En el 69 a.C., fue elegido 
cuestor, una de las magistraturas o cargos existentes durante la 
República. Ocho años más tarde, marchó a Hispania para ocupar el puesto de 
gobernador. Regresó a Roma en el 60 a.C. y formó, junto a Craso y 
Pompeyo, el primer triunvirato (magistratura compuesta por tres 
personas). Fue elegido cónsul en el 59 a.C., y un año después fue 
nombrado gobernador de la Galia. Allí, consiguió establecer el poder romano 
sobre el centro y el norte de Europa.
Pocos años más tarde, dirigió una 
expedición a Britania. Al fallecer Creso, en el 53 a.C., César y Pompeyo 
se enfrentaron por el poder de Roma.
ÚLTIMOS AÑOS
Pompeyo fue nombrado único cónsul en 
el 52 a.C. y consiguió que el Senado pidiera a César que renunciara a su mando 
en la Galia. Pero, a principios del año 49 a.C., César marchó con sus hombres 
sobre Roma. Controló pronto toda la península Itálica, y sus fuerzas tomaron 
Hispania.
En Roma, se convirtió en dictador 
hasta ser elegido cónsul en el 48 a.C. Ese mismo año, derrotó a Pompeyo en 
Grecia y regresó a Roma de nuevo como dictador. Era también sumo sacerdote, 
pero, sobre todo, tenía el mando de los ejércitos.
Su gobierno estableció numerosas 
reformas. Sin embargo, varias familias senatoriales sentían que amenazaba sus 
posiciones privilegiadas y creían que iba a instaurar un gobierno monárquico. 
Por eso, el 15 de marzo del 44 a.C., Julio César fue asesinado en Roma.
Al no tener herederos varones, había 
establecido en su testamento que su sobrino nieto, Octavio, se convirtiera en su 
sucesor. Octavio sería años más tarde el primer emperador de Roma, con el nombre 
de Octavio Augusto.
 

