Carlomagno era hijo del rey franco
Pipino el Breve. Nació, probablemente, en Aquisgrán (en la actual
Alemania), el 2 abril del año 742.
Cuando su padre murió, en el 768, el
gobierno de sus reinos fue compartido entre sus dos hijos: Carlomagno y
Carlomán. Tres años después, falleció Carlomán, por lo que Carlomagno se
convirtió en el único rey de los francos.
Carlomagno pasó la mayor parte de su
vida adulta combatiendo, y puso todo su gran poder y prestigio al servicio del
cristianismo. Pero, durante su reinado, también se ocupó de la cultura,
preocupándose por la enseñanza del latín y por la copia de libros. Consiguió así
que se produjera un proceso de mestizaje (mezcla) entre las culturas germánica y
romana. Esta síntesis cultural serviría de base para la posterior civilización
europea.
CARLOMAGNO Y EL IMPERIO CAROLINGIO
En el 772, Carlomagno invadió
Italia. Durante los siguientes veinticuatro años, conquistó también las zonas
que actualmente ocupan Hungría y Austria, y dominó a los bávaros. También luchó
contra los musulmanes de la península Ibérica, en el 778, y detuvo el posible
avance de estos hacia el resto de Europa. Para ello, creó un territorio
fronterizo denominado Marca Hispánica.
El día de Navidad del año 800, el
papa León III le coronó emperador de los romanos. En el 813, Carlomagno
designó sucesor a su hijo Luis. Éste sería conocido por el nombre de Ludovico
Pío (Luis el Piadoso).
En el 794, decidió que la capital de
su gran imperio, el Imperio Carolingio, fuera Aquisgrán. En su
palacio reunió a sabios procedentes de toda Europa, y desde él gobernó todos sus
territorios. Carlomagno falleció el 28 de enero del 814, en
Aquisgrán.