Napoleón I Bonaparte fue emperador 
de los franceses a principios del siglo XIX, consolidó muchas de las reformas de 
la Revolución Francesa y está considerado uno de los más grandes militares de 
todos los tiempos.
PRIMERA ETAPA DE SU VIDA
Nació el 15 de agosto de 1769, en 
Ajaccio (Córcega). Estudió en la Escuela Militar de París. Ya iniciada la 
Revolución Francesa, reconquistó la base naval de Tolón. Ascendió a 
general a los veinticuatro años, y en 1795 logró restablecer el orden tras una 
insurrección de las fuerzas contrarrevolucionarias. Al año siguiente, contrajo 
matrimonio con Josefina de Beauharnais.
Ese mismo año, fue a Italia, donde 
obligó a Austria y sus aliados a firmar el Tratado de Campoformio, donde 
se estipulaba que Francia podía conservar los territorios que había conquistado. 
En ellos, Napoleón fundó, en 1797, la República Cisalpina (Venecia), la 
República Ligur (Génova) y la República Transalpina (Lombardía). 
En 1798, conquistó Egipto, pero un año después regresó a su país ante la 
delicada situación política.
Ya en Francia, Napoleón se unió a 
una conspiración que, en noviembre de 1799, dio un golpe de Estado y estableció 
un nuevo régimen político: el Consulado. En 1800, derrotó a los 
austriacos en la batalla de Marengo. Su poder político fue cada vez 
mayor: de primer cónsul pasó a cónsul vitalicio y, en 1804, se proclamó 
emperador.
NAPOLEÓN, EMPERADOR DE LOS FRANCESES
Napoleón reorganizó la 
administración y ordenó e integró la legislación civil en el llamado Código 
de Napoleón y en otros que garantizaban los derechos y las libertades 
conquistados durante el periodo revolucionario.
Aunque Gran Bretaña, Rusia y Austria 
se unieron en 1805 en la Tercera Coalición (ya se habían formado otras antes 
contra Francia en los primeros años de las Guerras Napoleónicas), 
Napoleón parecía invencible: derrotó a sus enemigos en la batalla de 
Austerlitz (1805); conquistó el reino de Nápoles (1806) y nombró rey 
de éste a su hermano mayor, José; se tituló rey de Italia; fundó 
el reino de Holanda, al frente del cual situó a su hermano Luis; 
incorporó al Imperio el reino de Westfalia y el ducado de 
Varsovia; impuso un bloqueo sobre las mercancías británicas; conquistó 
Portugal (1807), e invadió España y nombró rey de este país a su 
hermano José (1808), lo que originó la guerra de la Independencia 
española.
Por todos los territorios 
conquistados extendía las reformas liberales. En 1809, creó las Provincias 
Ilirias (en la zona que un siglo más tarde sería Yugoslavia) y conquistó los 
Estados Pontificios. En 1810, tras repudiar (rechazar) a Josefina, 
contrajo matrimonio con María Luisa, archiduquesa de Austria e hija del 
emperador austriaco, Francisco I.
En 1812, las tropas napoleónicas 
fracasaron en su campaña contra Rusia. Toda Europa se había unido contra el 
temible Napoleón, que, en 1814, vio de nuevo derrotados a sus ejércitos, esta 
vez en España. En ese mismo año abdicó y se retiró a la isla de Elba. 
Pero en marzo de 1815, de nuevo como emperador, afrontó un último periodo de 
poder (llamado de los Cien Días), durante el cual promulgó una nueva 
Constitución, más democrática. Todo concluyó al ser derrotado en la batalla 
de Waterloo, el 18 de junio de 1815. Fue recluido en Santa Elena, una 
lejana isla en el sur del océano Atlántico, donde falleció, el 5 de mayo de 
1821
 

