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lunes, 27 de abril de 2020

Gregor Johann Mendel



Gregor Johann Mendel fue un monje austriaco que dedicó parte de su vida a investigar y estudiar los mecanismos de la herencia.
Nació en 1822 en una familia de campesinos. Ingresó en el monasterio de los agustinos de Brünn (hoy, Brno, República Checa), y estudió Matemáticas y Ciencias en la Universidad de Viena. Después, regresó al monasterio y trabajó como profesor.
Mendel se ocupaba también de un jardín del monasterio. Allí observó que algunas plantas del guisante presentaban características físicas diferentes. Unas plantas tenían un tallo largo, mientras que otras tenían un tallo corto. Unas producían semillas amarillas, y otras, semillas de color verde. Durante más de diez años, Mendel realizó experimentos y estudió varias características de la semilla y la planta del guisante. Trató de averiguar cómo se heredaban estas características. Aunque sus trabajos fueron publicados en 1866, nadie los tuvo en cuenta. Gregor Johan Mendel falleció en 1884 sin que sus estudios tuviesen el reconocimiento del mundo científico.
Años más tarde, hacia 1900, varios investigadores descubrieron sus estudios. A partir de entonces, se reconoció la importancia de su obra, que se ha convertido en la base de la genética actual.

SUS ESTUDIOS E INVESTIGACIONES: LAS LEYES DE MENDEL

Entre 1856 y 1863, Mendel estudió unas 28.000 plantas de guisante. Observó que, en la mayoría de los casos, las plantas hijas eran iguales a las plantas de las que procedían; sin embargo, en ocasiones, mostraban alguna característica diferente, como, por ejemplo, la longitud del tallo.
Mendel investigó primero plantas cuya descendencia eran siempre plantas con tallo largo y plantas cuya descendencia eran siempre plantas con tallo corto.
Después, decidió cruzar una planta de tallo largo con otra de tallo corto. A estas plantas las llamó generación P. ¿Cómo serían las plantas que nacerían de este cruce? Mendel observó, con sorpresa, que todas las plantas hijas, la nueva generación F1, tenían el tallo largo. ¿Por qué ninguna tenía el tallo corto si uno de sus progenitores lo tenía? La característica del tallo corto había desaparecido.
Mendel decidió, entonces, observar qué ocurría con los futuros descendientes de estas nuevas plantas de tallo largo, lo que llamó la generación F2. De nuevo, se llevó una gran sorpresa al comprobar que, en este caso, a pesar de que los progenitores tenían el tallo largo, nacieron plantas de tallo largo y plantas de tallo corto. ¿Por qué si la característica del tallo corto había desaparecido en F1, reaparecía ahora de nuevo en sus descendientes, en F2?
Poco a poco, Mendel estudió y registró con detalle cómo se trasmitían de una generación a otra siete pares de características de la planta del guisante.
Mendel llegó a la conclusión de que existían unas unidades hereditarias que se trasmitían de una generación a otra. Hoy en día, estas unidades se llaman genes, y las diferentes formas de un gen se conocen como alelos. Mendel señaló que los genes están agrupados en parejas. Cada progenitor tiene pares de unidades; pero solo aporta una unidad de cada pareja a su descendencia.
Mendel introdujo dos términos que siguen empleándose en nuestros días: dominante y recesivo. Estableció que había formas de genes dominantes y formas recesivas. Si la pareja de genes que expresan la longitud del tallo está formada por una forma dominante del gen (tallo largo) y una forma recesiva (tallo corto), la forma dominante ocultará la recesiva, y la planta tendrá el tallo largo. Solo tendrá el tallo corto si la pareja de genes que expresan esta característica está formada por dos formas del gen (dos alelos) recesivos; en este caso, dos alelos que expresan el tallo corto. Por esta razón, en la generación F1 no había ninguna planta de tallo corto.
Apoyándose en sus experimentos, Mendel enunció, en 1865, dos principios que trataban de explicar los mecanismos de la herencia de las características físicas, y que más tarde serían conocidos como leyes de la herencia o leyes de Mendel. En estas leyes estableció que los caracteres se heredaban como unidades separadas, y cada una de ellas lo hacía de forma independiente con respecto a las otras.
Las leyes de Mendel proporcionaron las bases para la genética moderna y la actual teoría de la herencia.