Gregor Johann Mendel fue un monje
austriaco que dedicó parte de su vida a investigar y estudiar los mecanismos de
la herencia.
Nació en 1822 en una familia de
campesinos. Ingresó en el monasterio de los agustinos de Brünn (hoy, Brno,
República Checa), y estudió Matemáticas y Ciencias en la Universidad de Viena.
Después, regresó al monasterio y trabajó como profesor.
Mendel se ocupaba también de un
jardín del monasterio. Allí observó que algunas plantas del guisante
presentaban características físicas diferentes. Unas plantas tenían un tallo
largo, mientras que otras tenían un tallo corto. Unas producían semillas
amarillas, y otras, semillas de color verde. Durante más de diez años, Mendel
realizó experimentos y estudió varias características de la semilla y la planta
del guisante. Trató de averiguar cómo se heredaban estas características. Aunque
sus trabajos fueron publicados en 1866, nadie los tuvo en cuenta. Gregor Johan
Mendel falleció en 1884 sin que sus estudios tuviesen el reconocimiento del
mundo científico.
Años más tarde, hacia 1900, varios
investigadores descubrieron sus estudios. A partir de entonces, se reconoció la
importancia de su obra, que se ha convertido en la base de la genética
actual.
SUS ESTUDIOS E INVESTIGACIONES: LAS LEYES DE MENDEL
Entre 1856 y 1863, Mendel estudió
unas 28.000 plantas de guisante. Observó que, en la mayoría de los casos, las
plantas hijas eran iguales a las plantas de las que procedían; sin embargo, en
ocasiones, mostraban alguna característica diferente, como, por ejemplo, la
longitud del tallo.
Mendel investigó primero plantas
cuya descendencia eran siempre plantas con tallo largo y plantas cuya
descendencia eran siempre plantas con tallo corto.
Después, decidió cruzar una planta
de tallo largo con otra de tallo corto. A estas plantas las llamó generación P.
¿Cómo serían las plantas que nacerían de este cruce? Mendel observó, con
sorpresa, que todas las plantas hijas, la nueva generación F1, tenían el tallo
largo. ¿Por qué ninguna tenía el tallo corto si uno de sus progenitores lo
tenía? La característica del tallo corto había desaparecido.
Mendel decidió, entonces, observar
qué ocurría con los futuros descendientes de estas nuevas plantas de tallo
largo, lo que llamó la generación F2. De nuevo, se llevó una gran sorpresa al
comprobar que, en este caso, a pesar de que los progenitores tenían el tallo
largo, nacieron plantas de tallo largo y plantas de tallo corto. ¿Por qué si la
característica del tallo corto había desaparecido en F1, reaparecía ahora de
nuevo en sus descendientes, en F2?
Poco a poco, Mendel estudió y
registró con detalle cómo se trasmitían de una generación a otra siete pares de
características de la planta del guisante.
Mendel llegó a la conclusión de que
existían unas unidades hereditarias que se trasmitían de una generación a
otra. Hoy en día, estas unidades se llaman genes, y las diferentes formas
de un gen se conocen como alelos. Mendel señaló que los genes están
agrupados en parejas. Cada progenitor tiene pares de unidades; pero solo aporta
una unidad de cada pareja a su descendencia.
Mendel introdujo dos términos que
siguen empleándose en nuestros días: dominante y recesivo.
Estableció que había formas de genes dominantes y formas recesivas. Si la pareja
de genes que expresan la longitud del tallo está formada por una forma dominante
del gen (tallo largo) y una forma recesiva (tallo corto), la forma dominante
ocultará la recesiva, y la planta tendrá el tallo largo. Solo tendrá el tallo
corto si la pareja de genes que expresan esta característica está formada por
dos formas del gen (dos alelos) recesivos; en este caso, dos alelos que expresan
el tallo corto. Por esta razón, en la generación F1 no había ninguna planta de
tallo corto.
Apoyándose en sus experimentos,
Mendel enunció, en 1865, dos principios que trataban de explicar los mecanismos
de la herencia de las características físicas, y que más tarde serían conocidos
como leyes de la herencia o leyes de Mendel. En estas leyes
estableció que los caracteres se heredaban como unidades separadas, y cada una
de ellas lo hacía de forma independiente con respecto a las otras.
Las leyes de Mendel proporcionaron
las bases para la genética moderna y la actual teoría de la
herencia.