Nació el 25 de diciembre de 1642 (el
mismo año que murió Galileo, otro de los grandes personajes de la historia de la
ciencia) en un pueblo del interior de Inglaterra. Su padre murió antes de que él
naciera, con tres años quedó al cuidado de su abuela y más tarde fue enviado a
una escuela primaria.
Aunque de niño no fue muy buen
alumno, tenía una gran habilidad manual y mostró gran interés por los juguetes
mecánicos.
En el verano de 1661 ingresó en el
Trinity College de la Universidad de Cambridge, costeándose sus estudios
trabajando como criado de otros estudiantes con más medios. En 1665 recibió su
título de bachiller.
Después de una interrupción de casi
dos años debida a una epidemia de peste, Newton volvió al Trinity College, donde
en 1667 le nombraron becario y en 1668 recibió el título de profesor. Durante
casi treinta años enseñó en dicha Universidad, hasta que en 1696 fue nombrado
director de la Casa de la Moneda, situada en la Torre de Londres.
En 1703 fue elegido presidente de la
Royal Society, cargo en el que fue reelegido cada año hasta su muerte. En 1705
fue nombrado caballero por la reina Ana, en recompensa a los servicios prestados
a su patria.
Durante los últimos años de su vida
se sintió atraído por el estudio de la alquimia, el misticismo y la teología.
Aunque muchas páginas de sus notas y escritos están dedicadas a estos temas, los
historiadores han encontrado poca relación entre estas inquietudes y sus
trabajos científicos.
Después de una larga enfermedad,
Newton murió el 20 de marzo de 1727, y fue enterrado en la abadía de
Westminster, entre los grandes hombres de Inglaterra.
SU TRABAJO CIENTÍFICO
Sus descubrimientos y teorías
sirvieron de base a la mayor parte de los avances científicos desarrollados
desde su época. Newton fue, junto al alemán Gottfried W. Leibniz (otro famoso
matemático), uno de los inventores de una rama de las matemáticas llamada
cálculo.
También resolvió cuestiones
relativas a la luz y la óptica: demostró que la luz del Sol es una mezcla
de rayos diferentes, cada uno de ellos de un color distinto, y que las
reflexiones y refracciones de la luz hacen que aparezcan los colores al separar
la mezcla en sus componentes. Demostró su teoría de los colores haciendo pasar
un rayo de luz solar a través de un prisma, el cual separó el rayo de luz en
colores independientes.
Pero probablemente su contribución
más importante a la Física fue la formulación de las leyes del movimiento
y, a partir de ellas, la de la ley de la gravitación universal.