Se cree que nació en el año 460 
a.C., en la isla de Cos, en el mar Egeo. Hipócrates pertenecía a una familia que 
rendía culto a Asclepios, el dios griego de la medicina, y que practicaba 
la medicina sacerdotal. De su abuelo Hipócrates I y de su padre Heráclides 
aprendió los conocimientos básicos de la medicina.
Desde joven, viajó de ciudad en 
ciudad atendiendo a los enfermos. Durante esos viajes recibió las enseñanzas de 
grandes maestros y alcanzó una gran reputación como médico.
Años después, volvió a Cos, donde 
fundó una escuela de medicina. Después se trasladó a Larisa, una importante 
ciudad de la región griega de Tesalia, donde estableció otra escuela. Se cree 
que fue allí donde Hipócrates murió cuando tenía unos noventa años de edad, 
hacia el año 370 a.C.
No se conocen muchos datos sobre su 
vida que puedan ser considerados totalmente ciertos, pero sí existen muchas 
leyendas y anécdotas. Se cuenta que su capacidad de observación le llevó a 
descubrir el origen sentimental de la enfermedad del rey de Macedonia, Perdicas 
II. También se dice que, cuando la enfermedad de la peste llegó a Atenas, 
Hipócrates mandó encender grandes hogueras para evitar que la enfermedad se 
extendiese. Incluso, existe una leyenda fantástica que relata que en la tumba 
del sabio había un panal de abejas cuya miel era recogida por las mujeres por su 
excepcional poder de curación.
¿CÓMO CONTRIBUYÓ HIPÓCRATES AL DESARROLLO DE LA 
MEDICINA?
Una de las grandes aportaciones de 
este importante médico griego fue basar sus afirmaciones en la observación y 
descripción detallada de los hechos. Hipócrates se guiaba por la razón. Observó 
los síntomas y los signos de las enfermedades con mucho detenimiento, y 
fue uno de los primeros en pensar que las enfermedades no tenían una explicación 
religiosa o sobrenatural. 
Hipócrates, además, se planteó la 
influencia que algunos factores, como el clima, ejercían sobre la salud. También 
estudió la importancia de la alimentación o del estilo de vida como medio para 
evitar la enfermedad. Sus conocimientos sobre los huesos le llevaron a diseñar 
un banco de madera para tratar las fracturas y las luxaciones; es el llamado 
banco hipocrático. Todavía hoy en día son válidas algunas de las técnicas que él 
describió.
SUS ESCRITOS
La obra de Hipócrates es muy 
extensa, y es difícil saber cuáles fueron los textos escritos por él y no por 
sus discípulos. Hipócrates dirigió o fue autor de varias obras que forman parte 
de la Colección hipocrática (Corpus hippocraticum). En esta 
colección se conserva probablemente lo único que queda de la biblioteca médica 
de la famosa Escuela de Medicina de Cos.
Entre las obras más importantes que 
se atribuyen a Hipócrates, está el Tratado de los aires, las aguas y los 
lugares, donde, en lugar de atribuir un origen divino a las enfermedades, 
que era lo habitual en su época, discute sus causas ambientales. Hipócrates 
sugiere que factores como el clima, el agua o la situación de una población 
pueden afectar a la salud de sus habitantes.
La idea de fomentar la salud para 
tratar de evitar la enfermedad, lo que hoy en día se llama medicina 
preventiva, aparece por primera vez en Régimen y en Régimen 
en enfermedades agudas, donde se da importancia no solo al tipo de 
alimentación, sino también al estilo de vida del paciente y cómo todo ello 
influye sobre su estado de salud.
En otras obras de la Colección 
hipocrática, como el Tratado del pronóstico y Aforismos, se 
anticipa la idea, entonces revolucionaria, de que el médico podría predecir la 
evolución de una enfermedad mediante la observación de un número suficiente de 
casos.
EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO
El juramento hipocrático es un 
antiguo juramento que durante siglos han realizado los médicos en su ceremonia 
de graduación. Aunque existen algunas dudas, este código se atribuye a 
Hipócrates.
El juramento comprende una serie de 
normas de comportamiento que los médicos debían cumplir. Hoy en día, algunos de 
sus principios, como la importancia de no revelar las confidencias que los 
pacientes hagan a su médico (secreto profesional), siguen siendo 
válidos.
 

