Suscríbete en Youtube

lunes, 27 de abril de 2020

Johannes Kepler



Nació el 27 de diciembre de 1571 en una localidad del estado de Württemberg (sureste de Alemania) en el seno de una familia humilde. Fue un joven enfermizo; a los cuatro años contrajo la viruela, que le dejó la vista dañada de por vida.
Tras los años de colegio, estudió Teología en la Universidad de Tubinga. Allí le influyeron las ideas de un profesor de Matemáticas, partidario de la teoría heliocéntrica del movimiento planetario, teoría desarrollada en principio por el astrónomo polaco Nicolás Copérnico.
Según dicha teoría, el Sol y las demás estrellas estaban fijas en el Universo, mientras que los planetas, como la Tierra, giraban en círculos alrededor del Sol. Kepler aceptó inmediatamente esta teoría, creyendo que esa disposición sencilla de los cuerpos celestes tenía que haber sido el plan con que Dios creó el Universo.
En 1600 se convirtió en ayudante del astrónomo danés Tycho Brahe en su observatorio de Praga. A la muerte de Brahe, en 1601, Kepler asumió su cargo como matemático imperial y astrónomo de la corte del emperador Rodolfo II.

LAS TRES LEYES DE KEPLER

Estudiando las observaciones que había hecho Brahe sobre el movimiento del planeta Marte, Kepler dedujo que su órbita tenía forma elíptica, y que el Sol estaba en uno de los focos de dicha elipse. Esta fue su primera ley, que se cumple no solo para Marte, sino para todos los planetas que giran alrededor del Sol.
También observó que Marte se movía más deprisa cuando estaba más cerca del Sol, y más despacio cuando estaba más lejos, de manera que la superficie que describe o que “barre” la línea recta que une el Sol con Marte, es siempre proporcional al tiempo transcurrido. Esta es su segunda ley.
Posteriormente descubrió su tercera ley, que es algo más complicada: el cubo de la distancia media de un planeta al Sol, es proporcional al cuadrado del tiempo que tarda dicho planeta en dar una vuelta completa alrededor del Sol (tiempo que en física se llama “período de revolución”). Este fue su mayor descubrimiento y el que más le alegró.
Estas tres leyes fueron la base sobre la cual posteriormente Isaac Newton formuló su teoría de la gravitación universal, que describe la fuerza con que se atraen dos cuerpos cualesquiera, fuerza que depende de sus masas y de la distancia que haya entre ellos.
Las leyes de Kepler son fundamentales para comprender la trayectoria de la Luna en su movimiento alrededor de la Tierra y las de los satélites artificiales.

OTRAS APORTACIONES

Kepler también realizó aportaciones en el campo de la Óptica, interesado como estaba por su vista defectuosa. En sus trabajos explicaba cómo los anteojos ayudaban a los miopes y a las personas con vista cansada.
En Matemáticas desarrolló un sistema infinitesimal que fue un antecesor del Cálculo.
Murió el 15 de noviembre de 1630 en Ratisbona (Alemania) mientras viajaba con su familia.