Simón Bolívar nació el 24 de julio
de 1783, en Caracas. Pertenecía a una familia de criollos ricos
(descendientes de europeos). Siendo aún muy joven, se trasladó a Madrid. Después
de viajar por España, Francia e Italia, volvió a su ciudad natal en 1807. Fue
entonces cuando comenzó a conspirar contra el régimen colonial español. En abril
de 1810, empezó el proceso de independencia de Venezuela, y Bolívar zarpó
de nuevo hacia Europa, esta vez, a Londres, como diplomático.
PRIMEROS COMBATES
En 1812, los independentistas fueron
derrotados, por lo que Bolívar se tuvo que exiliar a la ciudad colombiana de
Cartagena. Posteriormente, tras combatir contra las fuerzas realistas españolas,
consiguió liberar Caracas el 6 de agosto de 1813. Gracias a esta
victoria, fue proclamado capitán general de los Ejércitos de Venezuela. En 1814,
venció de nuevo a los realistas en la primera batalla de Carabobo, pero
luego sufrió una severa derrota en Aragua de Barcelona.
Marchó entonces a Cartagena,
mientras los patriotas se dividían en disputas internas. En 1815, ahora en
Haití, resultó elegido jefe supremo por sus compatriotas. En diciembre de 1816,
organizó y comandó una expedición que extendió la revolución por el este y el
sur venezolanos.
En febrero de 1819, en una de sus
primeras sesiones, el Congreso de Angostura eligió a Bolívar
presidente de Venezuela.
GRANDES CAMPAÑAS
En ese mismo año de 1819, Bolívar
emprendió la denominada Campaña de los Andes, que culminó, el 7 de
agosto, con la decisiva victoria independentista en la batalla de Boyacá.
¿Sabes por qué fue tan importante aquel triunfo? Porque, tras el combate, el
territorio del antiguo virreinato de Nueva Granada se liberó, de forma
definitiva, del poder español. Bolívar formó un gobierno en Santafé y nombró
vicepresidente al general Francisco de Paula Santander.
El 17 de diciembre de 1819, el
Congreso de Angostura creó la República de la Gran Colombia, que
comprendía los actuales territorios de Venezuela, Colombia y Ecuador. Bolívar
fue su presidente desde 1819 hasta 1830.
La independencia de Venezuela quedó
asegurada tras la victoria de José Antonio Páez en la batalla de
Carabobo (24 de junio de 1821).
Una vez que Quito fue liberada,
Bolívar logró nuevos éxitos de armas frente a los españoles en las batallas de
Bomboná (1822) y Junín (1824). Tras el triunfo de Antonio José
de Sucre en la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), casi
toda Sudamérica era ya independiente.
Después de la famosa entrevista
de Guayaquil (julio de 1822), que mantuvo con el general argentino José
de San Martín, se decidió auxiliar a Perú. El Congreso de este país nombró
dictador a Bolívar el 10 de febrero de 1824.
En agosto de 1825, se produjo la
independencia del Alto Perú, que pasó a llamarse Bolivia, en su honor.
Simón Bolívar, que había renunciado
a sus cargos de gobierno poco a poco, falleció cerca de la ciudad colombiana de
Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830.